“El tiempo es todo un personaje”, le dijo el Sombrerero a Alicia en un té en el que también estaban la Liebre de Marzo y un lirón. Ayer, que Sofi cumplió siete años, tomamos un té especial de ideas con riquísimos muffins hechos por su mamá, e imaginamos qué pasaría en una reunión tan absurda como la de Alicia. ¿Quiénes se sentarían a la mesa?, ¿cómo puede lo cotidiano convertirse en extraordinario?. Escribiendo el tiempo pasó rapidísimo y las palabras del Sombrerero, aunque no podemos negar que estaba un poco loco, nos parecieron muy ciertas.
Conocí una vez un elefante que tuvo ganas de hacer una fiesta de té. El elefante invitó al león, al mono y a la jirafa. Los animales muy entusiasmados llegaron al bosque. El elefante los estaba esperando con una mesa larga y ancha. En esa mesa había té para todos, maní, bananas, tortas de carne, cupcakes de hojas de árboles y galletitas con formas de animales. La jirafa se sentó y se sirvió su té con sabor a lombriz. Lo tomó y se convirtió en una taza. El mono se sentó y se preparó su té con sabor a pasto. Lo tomó y se hizo invisible. Al león le dio un poquito de miedo y no tomó su té. Después de un rato el león se acordó que cerca de su isla había un río mágico. Era un río especial donde si tirás cosas al agua cambian de forma. Le contó al elefante y fueron corriendo. Tiraron al mono y a la taza, se hundieron y después salieron como eran antes. Todos estuvieron muy felices y volvieron a la normalidad. Agustina P.
El té de una amiga vieja
Había una vez una chica que hacía muy bien las fiestas de té. Un día estaba tomando té con siete amigas cuando de pronto se cayeron en la taza y descubrieron un mundo nuevo y emocionante. La taza era de cinco centímetros de ancho. Había 15000 casas. Las chicas pusieron cara de asombro. Se quedaron boquiabiertas y con los ojos muy abiertos. Había un cupcake gigante, enorme y más grande que nada. También muy rico. Cinco de las chicas se fueron corriendo hasta el cupcake y lo empezaron comer. Se quedaron asombradas del sabor que tenía. se lo comieron casi todo. Quedaron sólo tres miguitas. Como las otras dos chicas se quedaron con hambre pidieron un cupcake en una heladería. Fin. Sofi
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