En el taller queríamos leer con los chicos el cuento de Gabriel García Márquez, La luz es como el agua. Buscamos por varias librerías la edición ilustrada por Carme Solé Vendrell editado por Norma. Agotado, agotado, agotadísimo. Por fin lo encontramos y conseguimos comprarlo usado a través de mercadolibre. Estábamos felices de poder compartirlo con los chicos pero cuando abrimos el libro vimos que en varias hojas estaba impreso el sello de la biblioteca de una escuela pública. Vaya misterio, ¿cómo habrá llegado el libro de una biblioteca escolar a un puesto de venta y compra de libros en Plaza Italia? Dudamos si devolverlo a la biblioteca o no. Nosotros lo habíamos comprado de buena fe. Lo debatimos apasionadamente y decidimos devolverlo. Habíamos disfrutado de su lectura y la historia ya quedaba dentro nuestro. Así que los chicos escribieron algunas cartas y cuentos para acompañar al libro en su camino de regreso a la biblioteca escolar.
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