Érase una mañana de fin de invierno perfecta para leer haikus al sol y observar la naturaleza. El tilo brotaba, las chicas leían, la tinta flotaba sobre el agua, Perry corría por el jardín. Y entre lecturas y dibujos en el agua estos haikus:
Mañana de invierno
Tres flores amanecen.
Lindura floral.
[Serena]
Comienza el otoño
Los caballos trotan
Seobre las hojas secas.
[Matilda G.]
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