Gianni Rodari creó “ Cuentos para jugar” tomándose la libertad de darle tres finales optativos al lector, para cada una de las historias. Así, la idea de un millonario que se hace construir una casa desmesurada en el desierto, hecha solo de billetes y monedas de oro, dio lugar a las más diversas resoluciones. Creemos que bien valdría la pena, leyendo lo que escribieron los chicos, un libro infinito hecho solo de finales. Acá van algunos de ellos:
“Entró la lava, quemó toda la casa y un tiburón entró, la electricidad por todas las partes, entró un pájaro y dejó la ventana abierta y se robó una moneda y se la llevó a su nido. Tocó la puerta y se quemó todo, salió corriendo se subió a un caballo volador que de un aletiada llegó a China y se hizo una casa de libros. Tuvo una mascota que era un león”. Elis
“Una noche Puk estaba yendo a la cama y vio un pequeño bichito, si ustedes no lo sabían, Puk sabía todos los bichos del mundo.” ¡Oh, no! ¡las termitas come oro están comiendo mi casa! ¿Qué puedo hacer?” Las termitas come oro son indestructibles, entonces las dejó hasta que llegó el día que las termitas come oro se comieron hasta el último centavo y Puk se quedó solo en el desierto sentado en la arena para siempre”. Maqui
“La casa bien adentro en el desierto. El señor Puk contando sus monedas y billetes y de repente va rápido hasta la puerta y entra uno de los constructores, le trae más y más plata. En un montó se le van cayendo la mitad de la casa. EL señor Puk dijo ¡aaah! , ¡se me cae la casa! ¿qué voy a hacer? El señor Puk estaba preocupado pero se sentía feliz porque hizo lo que debía hacer, que era regalar la monedas a la gente, iba país por país y por continentes y al final el se quedó en China” Mili
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