Leímos algunos pasajes del Libro de las Maravillas, de Marco Polo y gracias a él conocimos la ciudad de Cambulac, donde adivinos y astrólogos le preguntan al cielo por el porvenir de los hombres y espantan mediante su arte las tormentas, subidos a los tejados del palacio del gran Khan.
Inauguramos nuestra sección astronómica, que ya cuenta con la famosa constelación de La Liebre y un planeta minúsculo, en donde las flores, sin embargo, son infinitas.
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