El grupo Oulipo viene desde los años sesenta experimentando nuevas formas de escribir prosa y poesía. Tomamos de ellos el ejercicio “ Poema de metro”, que consiste en escribir un poema durante un trayecto en subte, con tantos versos como estaciones tiene el viaje. Los versos se componen durante el trayecto entre una estación y otra y se pasan por escrito cuando éste se detiene. Para lograrlo, proyectamos en una pantalla gigante la filmación de un recorrido en el tren que atraviesa Coney Island, filmado desde la cabina del motorman. Entregados al devenir de la consciencia, a caballo entre el mundo interno de nuestros pensamientos y el mundo externo que se despliega detrás de la ventanilla, nos dedicamos a escribir y con este acto sumamos nuestras breves voces a las de nuestros queridos oulipianos.
De tanto en tanto escribo un poema de metro. Este es uno.
¿Quieres saber qué es un poema de metro? Admitamos que la respuesta sea si. He aquí un poema de metro.
Un poema de metro es un poema compuesto en el metro, durante un recorrido.
Un poema de metro tiene tantos versos como estaciones tiene el viaje, menos uno.
El primer verso se compone mentalmente entre las dos primeras estaciones del viaje (contando la estación de salida).
Se transcribe al papel cuando el metro se detiene en la segunda estación.
El segundo verso se compone mentalmente entre la segunda y tercera estación del viaje.
Se transcribe al papel cuando el metro se detiene en la tercera estación. Y así sucesivamente.
No se debe transcribir cuando el metro está en marcha.
No se debe componer cuando el metro está parado.
El último verso del poema se transcribe en el andén de la última estación.
Si el viaje impone uno o varios cambios de líneas, el poema consta de dos estrofas o más.
Si por desgracia el metro se detiene entre dos estaciones, siempre es un momento delicado de la escritura de un poema de metro.
Jacques Jouet
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