Festejamos el día de Roald Dahl leyendo La jirafa, el pelícano el mono. Y bajo la consigna de escribir con qué animales formarían una sociedad y para qué, los chicos escribieron muy entusiasmados.
En la esquina de mi casa vivía mi vecina Lila pero se mudó. Nadie quería la casa y estuvo mucho tiempo vacía. Un día misteriosamente entré con miedo y desconfiado. Quería ver si Lila se había olvidado algún juguete.Vi una liebre que enseñaba a correr a la tortuga y al caracol. Dije hola, soy Tomás, buenas tardes señores y señoras quisiera ayudarlos en su lugar raro. Yo también corro muy rápido. Los animales asombrados dijeron si, como no, pero vos pareces muy raro, dudaron, mejor no, dijo la liebre. Porfa, por favor decía yo. Todos de mala manera dijeron ok está bien pero vamos a probarte. Una semana después todos sombrados por mi forma de trabajar me dijeron bienvenido, ahora vos vas a elegir el nombre de nuestra empresa. Tomás eligió el nombre Los cuatro amigos. De regalo de bienvenida me dieron una entrada para una maratón. Juana B.
No muy lejos de dónde vivo hay una casa abandonada, perfecta para los animales. Antes era un zoológico. Como había quedado comida los animales podían comer ahí. Había un elefante que se llamaba Dante, una tortuga de agua que se llamaba Melina y una serpiente que se llamaba Ailén. Los tres limpiaban el piso. Hacían muchos trabajos, construían, trabajaban de carteros, de cartoneros, limpiaban casas, pintaban, etcétera, etcétera. Lo que más les gustaba a Ailén era limpiar el piso, porque le gustaba arrastrase. La gente cuando los veía en la ciudad salía corriendo porque les tenía miedo. A Dante por que era gigante, a Melina porque mordía muy fuerte y a Ailén porque pensaban que era venenosa. Hasta que pasó un tiempo y la gente reconoció que eran buenos y no les iban a hacer nada. Entonces los contrataron para trabajar, y así pudieron conseguir plata. Lara B.
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