Ilustración: Daniel Gómez
Atrapados por las desventuras de Keawe en la casa resplandeciente, apenas pudimos soltar las páginas del libro para dedicarnos a escribir. Avanzan las historias entre pingüinos que pierden su rumbo y encuentran refugio en cuevas de carámbanos y rituales milenarios para espantar a los lobos de algún archipiélago remoto.
There are 0 comments