Hoy recibimos una carta inesperada. Creemos que vino desde muy lejos y por el mar, ya que parecía mojada y llena de arrugas. Pero lo más sorprendente fue quién firmaba la carta: El Capitán Bocanegra.
Este valiente capitán, nos contó que había escondido parte de su tesoro en algún lugar del taller.
De inmediato nos propusimos convertirnos en piratas para salir a buscarlo. Y, claro, para averiguar qué necesitábamos para ser piratas, leímos algunas historias: El tesoro del pirata Calavera, , ¿Dónde está mi tesoro?, de Gabriela Keselman y León Pirata de Christine Nostlinger.
Con pañuelos, parches, catalejos y espadas… ¡Encontramos el tesoro! ¿Y saben cómo lo celebramos?…
Inventando juntos este cuento de piratas:
El tesoro que nunca encontramos
Había una vez en la playa Huacalaya un pirata que se llamaba Capitán Trusimpo. El pirata nunca encontraba su tesoro. Y lo quiso ir a buscar en su barco El Calavera. Navegó mil años por ríos y por mares. Vio pajaritos y cocodrilos. Llegó hasta una isla lejana y ahí encontró su tesoro. Era una espada de oro. Y dijo «Este sí es mi tesoro». Se lo llevó a a su barco y vivió muchas aventuras encontrando millones de tesoros. Fin.
Clara (5 años), Alina (5 años) y León (4 años)
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