El viajero inmóvil podrá visitar las montañas de Wuyi, en China, con tan sólo tomar una taza de té de la variedad Lapsan Souchong y regresar con el recuerdo del perfume que desprenden las fogatas de ciprés o de pino donde templan sus hojas.
Nos unimos a las huestes que han leído en voz alta el fragmento de la magdalena de Proust y con él, intentamos descubrir todos los recuerdos que guarda una taza de té.
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