Para ensamblar un robot feliz hace falta comer una buena porción de torta, y si es torta de cumpleaños mejor pues más feliz será el robot. Pinzas, clavos, destornilladores, taladros listos. Fichas técnicas completas al detalle. Lectura de Cuentos de otros mundos realizada. Manos a la obra.
Si las cabezas no encastran, las antenas se caen, y los ojos colapsan, a no desesperar. Un buen ingeniero sabe que los errores pueden corregirse.
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