No solo el mar tiene islas y fareros. Durante cientos de años las caravanas que surcaban el desierto del Sahara podían buscar refugio en las bibliotecas de la medina de Chingueti. Ahí los esperaban cientos de libros de matemáticas y astronomía. Sus bibliotecarios-fareros, aún hoy cuidan de estos tesoros y se niegan a abandonarlos ante el implacable avance del desierto.
Leímos el último viaje de Simbad y con él nos despedimos de Las mil y una noches.
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