«Mejor navega el que tiene buen viento que quien rema con mucho aliento»
Los navegantes son muy supersticiosos y antiguamente, antes de que existieran instrumentos metereológicos que ayudaran a predecir el clima, los marinos tomaban muchísmos cuidados, por ejemplo, jamás se embarcaban un día viernes, tenían prohibidísimo silbar, porque consideraban que el que silbaba estaba desafiando a los vientos y jamás se afeitaban durante las travesías.
Incluso a los más supersticiosos se les vendían unos trapos con varios nudos a los que les atrubuían poderes mágicos, aún el de controlar el viento. Cuando los nudos se desataban el viento se levantaba, cuanto mas nudos desataran más viento habría y la embarcación avanzaría más rápido.
Los vientos tienen nombres fascinantes como Pampero, Siroco, Virazón, Zonda, Sudestada y también tiene sus dioses Bóreas, Céfiro, Noto y Euro.
A escribir, para que a las palabras no se las lleve el viento.
There are 0 comments