A veces no es fácil encontrar el principio de una historia por eso jugando con origami decidimos fabricarnos un disparador de historias. Hicimos un come come o come cocos ( en este link están las instrucciones) y escribimos dentro comienzos, lugares o escenarios donde pueden transcurrir historias, personajes sobre los que se tratará la historia, no siempre tiene que ser una persona, puede ser una animal, un objeto y una acción o una situación que sucede en la historia.
También se pueden escribir comienzos, mitades y finales y surgir historias rarísimas.
En un lugar de Bosnia un marciano rompe un frasco.
En el segundo recreo un soldado furioso plantó lechuga.
Un dragón tiene pesadillas un día en la plaza.
Y así gracias a la magia del come come no vamos a decir más «no se me ocurre nada».
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